Foto:Intendencia de Salto
El pasado miércoles nos hicimos presentes en el entrenamiento de la IASA, donde tuvimos la
posibilidad de hablar con ellas sobre este proyecto que inició hace 3 meses…
En cuanto a lo futbolístico, intentan llegar a la liguilla y dicen que, ni siquiera se enteraron de la
polémica que envolvió a la situación del Vispo Mari.
Sin embargo, lo mas importante para ellas, está lejos de ser un resultado deportivo…
Un proyecto que comenzó en el fondo de la unidad como algo recreativo, impulsado por sus
coordinadores con el único objetivo de que desarrollaran alguna actividad física para sobrellevar el dia, al mismo tiempo que realizaban ejercicio.
A esto se fueron sumando cada vez mas internas, quienes al final de cada día le solicitaban a
sus coordinadores una cosa: Futbol.
Esos veinte o treinta minutos al final de cada jornada, desembocaron en un equipo que
compite en la misma liga de otros desarrollados en el futbol femenino como Ceibal o
Deportivo.
Obviamente, esa no siempre fue la idea principal, ya que algunas dicen nunca antes haber
tocado una pelota.
En lo que si todas coinciden, es en que esta experiencia mejoró significativamente la
convivencia dentro y fuera de la cancha. Indican que, a medida que pasa el tiempo, se unen
cada vez mas y se comportan como una verdadera familia.
Esperan con ansias que llegue la hora del partido para hacer lo que les gusta, al mismo tiempo
que pueden ver, aunque sea de lejos, amigos y familiares. Afirman que la recepción del
público es buena y que solo algunas rivales ironizan con su situación para que ellas reaccionen.
Pero lamentablemente para sus rivales, tienen bien claro como deben actuar.
Son conscientes de las dificultades que deben afrontar, y están muy dispuestas a hacerlo. Esto
las motivó a mejorar la alimentación, en muchos casos dejar adicciones y a poder enfocarse de
lleno en una actividad.
En resumidas cuentas, el deporte demuestra otra vez que salva vidas, o al menos, ayuda a que
sea mas fácil llevarla…